El movimiento para abrir la oficina tuvo lugar a principios de la década de 2000, en un momento en que las discusiones sobre la ciudad alcanzaron un nuevo nivel y comenzaron los procesos de fuertes transformaciones en los asuntos urbanos, principalmente desde la perspectiva metropolitana. En este escenario, la identidad de Levisky Arquitetos Associados como agente de aproximación entre las esferas pública y privada era muy clara. Así, el trabajo nació del deseo de responder la pregunta: ¿cómo traducir las diversas voces que componen la ciudad al diseño urbano?
El desarrollo de arquitecturas institucionales demostró ser una respuesta de la oficina. Esto comenzó justo después de la aprobación de la Ley 13.430/2002, como resultado de un intenso esfuerzo de Levisky Arquitetos para renovar el uso del suelo en la ciudad de São Paulo. Hubo condiciones positivas para la creación de procesos colaborativos y participativos, y la oficina buscó asumir un lugar estratégico de articulación entre varios agentes de la metrópoli, utilizando la arquitectura y el urbanismo como instrumento.
A partir de este posicionamiento, se produjo una serie de logros, con acuerdos vecinales, proyectos institucionales, pactos con hospitales, entre otros. Se fortaleció la personalidad de Levisky Arquitetos.
Desde entonces, esta posición estratégica ha mejorado constantemente, siempre apoyada por pilares que ya se basaban en la constitución de la oficina: pensar en el desarrollo urbano a partir de la relación entre lo privado y lo público, la interfaz con la legislación urbana y la conexión con arquitecturas institucionales A través de estos procesos, se crean y renuevan las condiciones para continuar diseñando la ciudad.